martes, 6 de agosto de 2013

La Caza del Carnero Salvaje




La Caza del Carnero Salvaje - Haruki Murakami

Un desencantado treintañero, superviviente de su propia juventud, tiene con un socio más o menos alcohólico una pequeña agencia de publicidad y traducciones. En una de sus campañas publicitarias ha publicado una fotografía que lo pondrá en el punto de mira de un poderosísimo grupo industrial, verdadero imperio económico y también político. Y a partir de aquí, se verá lanzado a una ardua investigación, digna de las mejores novelas policíacas americanas: antes de un mes debe encontrar el lugar donde fue hecha la fotografía y el animal que aparece en ella. Si no lo hace le convertirán en un paria en su propia sociedad. El lector, junto con el protagonista, se internará en esta búsqueda del carnero mítico que, cuando es mirado por alguien a quien él elige, posee al espectador. Un carnero que –dice la leyenda– se apoderó de Gengis Khan y que tal vez no sea más que la encarnación del poder absoluto. «Una novela de fascinante lectura» (Santiago Aizarna, El Diario Vasco); «Uno de esos libros que recomiendas a un amigo cuando intentas sorprenderle» (Juana Romero, Crítica).


Hoy he finalizado una nueva novela, otra entre las muchas que cada verano aprovecho para devorar. Esta vez se trata de nuevo de unos de mis autores favoritos, el japonés Haruki Murakami, pero esta vez no se trata de un titulo parecido a lo leído hasta ahora.
Mientras que en la mayoría de sus obras mas conocidas, como es el caso de Tokio Blues o After Dark, Murakami ha sido amplia-mente criticado por un excesivo infantilismo de sus personajes en La caza del carnero salvaje, una de sus primeras obras, esto desaparece. El protagonista, un treintañero con problemas de alcohol, un matrimonio fallido y un trabajo que le desagrada, cuyo paso de la juventud a la madurez no ha podido superar con éxito, se ve evocado a ciertos acontecimientos que le cambiaran la vida para siempre.

Murakami enfatiza en el sentimiento de soledad que produce el paso del tiempo, tiempo que afecta por igual a personas y parajes, y que acaba inexorablemente con todo lo que abraza. Mostrándonos los parajes mas deprimidos del Japón agrario, acentuando las historias de personajes cuya época gloriosa fue una época pasada, el presente se nos presenta como una losa. ¿Aún así hay espacio para la esperanza? Supongamos que si, Murakami no nos desvela respuesta alguna en un incierto final.

Finalmente, lo que me hace ferviente devoto de este autor, y esta obra no es una excepción, es la capacidad de traslación sensorial que produce su escritura. La fusión de campos, en parte herencia del pasado de Haruki como propietario de un bar de jazz, nos impide constantemente discernir entre si verdaderamente estamos leyendo una novela, escuchando un disco o degustando un souffle. Los sentidos se entrelazan pagina tras pagina.

Así es Murakami, un autor cuyos libros nunca son buenos para iniciar su lectura sin conocerle previamente, pero que realmente cuando acabas uno de ellos, no puedes parar hasta abrir el siguiente.


Recomendaciones del autor: After Dark, Después del terremoto y El fin del Mundo y un despiadado país de Maravillas.

Proximo Libro: Los vagabundos del Dharma de Jack Kerouac.



  • «Cerrar los ojos… no va a cambiar nada. Nada va a desaparecer simplemente por no ver lo que está pasando. De hecho, las cosas serán aún peor la próxima vez que los abras. Sólo un cobarde cierra los ojos. Cerrar los ojos y taparse los oidos no va a hacer que el tiempo se detenga.». (Kafka en la Orilla del Rio)


No hay comentarios:

Publicar un comentario